La eficiencia energética es la medida de la cantidad de energía utilizada para lograr un propósito, como calentar una habitación. La eficiencia energética es óptima si el beneficio se puede lograr con un uso mínimo de energía gastada o renovable y sin ninguna pérdida. Cuanto más eficiente energéticamente es un dispositivo, más conserva la energía, reduce los costos y reduce las emisiones de CO2 que dañan el clima.
Los aparatos eléctricos se dividen en clases de eficiencia energética que van del verde para muy eficientes al rojo para ineficientes. Para las casas, la eficiencia energética se refiere a la relación entre la tecnología del sistema, el aislamiento térmico y el sellado del edificio. De manera similar, existen clases de eficiencia energética para generadores de energía y calentadores, que brindan información sobre la eficiencia con la que estos utilizan sus respectivos combustibles. Las energías renovables son neutras en CO2, pero no son la forma de energía más eficiente. Combinados con los sistemas de calefacción convencionales, reducen significativamente el uso de combustibles fósiles y reducen las emisiones contaminantes. Las leyes de ahorro de energía y los subsidios gubernamentales buscan promover la sustitución de los electrodomésticos ineficientes energéticamente por otros energéticamente eficientes.