El equilibrado hidráulico, también conocido como equilibrio hidráulico de calefacción, es un proceso mediante el cual el agua de calefacción se distribuye de manera óptima dentro del sistema de calefacción. Para ello, los expertos realizan cálculos in situ utilizando datos como los requisitos de calor de las habitaciones, los ocupantes y la potencia del sistema de calefacción. A continuación, todos los radiadores o circuitos de calefacción dentro del sistema de calefacción se ajustan al caudal de agua caliente óptimo mediante, por ejemplo, una limitación de caudal y válvulas de control de cadena. Esto asegura que cada habitación reciba exactamente la cantidad correcta de calor para alcanzar la temperatura deseada.
Un indicador de que es necesario un equilibrado hidráulico podría ser, por ejemplo, si un radiador cerca del sistema de calefacción se calienta más que otros ubicados más lejos. Sin balanceo hidráulico, se desperdicia hasta el 15 por ciento de la energía, razón por la cual hay subsidios gubernamentales disponibles para hacerlo. En muchos casos, el equilibrado hidráulico es incluso un requisito para obtener subvenciones adicionales para el uso de energías renovables.