La energía geotérmica es la que se almacena en el interior de la tierra. Este calor proviene, por un lado, del calor de sol absorbido en las capas más superficiales (hasta los 100m aproximadamente), y del propio calor del interior de la tierra en las más profundas.
Las bombas de calor geotérmicas toman ese calor y lo transforman en energía para proporcionar calefacción, agua caliente sanitaria o refrigeración de forma eficiente y sostenible.